domingo, 5 de abril de 2009

Sábado 4

Me propongo aprovechar al máximo mi último día de Bafici ’09.
Llego al Abasto a eso de las 10 y media. “Vine super rápido”, pienso. Durante el trayecto en subte le fui encargando a José una entrada para The ballad of sexual dependency, que empieza a las 11:15. Nos encontramos en el Starbucks y me dice que no pudo conseguirlas. Todo bien. Las cosas experimentales no me interesa tanto. Noto que José está muy pálido. No se siente bien: tiene un poco de fiebre y le duele la garganta (“Mucho frío en las salas”), pero eso no disminuye su adicción al Bafici.
Luego de dar una vuelta, José entra a ver la peli. Enseguida aparece Flor, quien nos había pedido que le guardáramos un asiento. Dijo que capaz que sus compañeros de la FADU vienen a ver The ballads... pero no aparece ninguno.
Aprovecho para comer algo en el McDonald’s de la otra punta del Abasto, ya que ahí puedo leer los diarios a disposición de los clientes. Colón le ganó a Huracán y es puntero momentáneo. Ojalá que Racing haga pelota a las Gallinas esas. De fondo suenan temas de Madness, como “Our house”.
Son las 12 y minutos. Voy yendo para el Espacio Bafici, donde se anunciarán los ganadores de esta edición del festival.
Nunca había entrado al Espacio Bafici. Stands, posters, folletos, gente acreditado yendo de un lado a otro y charlando en grupos de a tres o cuatro. Agradable clima. Enseguida aparece Rodo. Hablamos de lo visto hasta ahora y de lo que veremos. También me consigue entradas para Awaydays y para Soul power, auqnue capaz que no la vea. Ya desde temprano me pongo a averiguar sobre la fiesta de cierre. Según el Sin Aliento, algo habrá después de la entrega de premios, que se llevará a cabo en... ¿Barracas? Me están jodiendo. Rodo tampoco lo puede creer. El resto de los acreditados debe estar en la misma situación. Al rato caen Cynthia y Flor. A Cynthia no se la ve bien. Al igual que José, su salud colapsó en las últimas horas. Así y todo, sigue firme junto al evento. También me reencuentro con Romina Gretter. Dice que respondió el mail que le mandé, pero no sé cuándo revisaré mi casilla.
Hora de ir a la sala de arriba. La sala de conferencias es bastante espaciosa e incluye mesas, sillas y un bar. Las cámaras están listas para registrarlo todo. De a poco se va llenando. Lo más conocidos: Diego Batlle, Horacio Bernández, Diego Lerer, el infaltable Trerotola...
Sergio Wolf, responsable máximo del festival, sentado junto a representantes de los jurados, anuncia las premiaciones. Me alegra que Tony Manero gane algo. No estoy de acuerdo con los logros obtenidos por Todos mienten, pero respeto a quienes la hicieron. Mariano Llinás –acá productor- sigue cayéndome bien. El director de Historias extraordinarias se queda doblemente contento: Castro, otra peli en la que anduvo metido, también salió triunfadora. Después lo vamos a saludar y le saco una foto junto a Laura, su co-equiper productora. Felicitaciones, Mariano y Cía.
Al finalizar los anuncios me encuentro con el periodista Nicolás Kusmin. Nos conocíamos telefónicamente y vía mail, pero jamás nos habíamos visto en persona. Re buena onda, Nicolás. Junto con José hablamos de lo que vimos y de lo que veremos. No podremos coincidir en ninguna función, así que nos despedimos. Nicolás dice que sabe de la fiesta, pero que no irá.
José y yo partimos con el Josemóvil hasta el Atlas Santa Fe. Si bien vi Afterschool ayer, acompaño a mi amigo a verla para no quedarme haciendo nada durante varias horas. Considero permanecer en la zona del Abasto para presenciar la charla del director Ron Mann, pero sé que si voy agotaré las baterías de mi cámara digital y la batería del celu.
En la puerta del cine está Nicolás Teté, culpable máximo de Qué vemos hoy, blog dedicado al cine argentino. Hace bocha que no nos vemos. Macanudo el joven puntano.
De Afterschool ya hablé en la crónica anterior. Verla de nuevo me permite reparar en algunos detalles, pero no mucho más.
A la salida nos encontramos con unos amigos de José, responsables del blog Ahoracine. Unos de los muchachos es Matías Abramowicz, alias Cucu. Se nota que es muy cinéfilo. José y yo volvemos para el Abasto y lo acercamos hasta allá.
Volvemos al Espacio Bafici. En el rincón de las computadoras, Gabriel Roel chequea sus mails. Me alegra verlo otra vez. Le pregunto: “¿Sabés si alguien no acreditado como yo podrá ingresar a la fiesta de cierre?”. Dice que no sabe y que, de todas maneras, no irá. Quiere cuidar a su querida Cynthia. Pero me recomienda mandarme igual.
Cerca de él, tambien frente a una compu, la Promordial Silvia Romero. Me da una buena ayuda con el tema de la fiesta. Le estoy muy agradecido.
Subo a la sala de conferencias. Sentados a una mesa, Cynthia, Gabriel, José y Flor. Los convalecientes beben té. Atrás de mí, en otra mesa, Hernán Ferreirós con una chica. Me propongo hablarle en breve (a Hernán, no a ella, eh).
Comienza la charla con Kelly Reichardt. Admito que nunca vi ninguna de sus películas, pero igual termino sentado en primera fila, justo frente a ella. Habla muy bien, Kelly. Su predisposición y humildad no son muy frecuentes, y nunca duda a la hora de explayarse en una respuesta. Me dan ganas de ver Old Joy, Wendy and Lucy y las demás.
Son casi las 19hs. ¡Está por arrancar la función de Awaydays, la última que veré del festival! Voy rápido hasta el Atlas Santa Fe. Tardo como veinte minutos en llegar. “Es tarde”, pienso, pero recién me doy cuenta que la peli es a las 19:30, no a las 19. En la fila, reencuentro con Rodo. Me cuenta que esta noche tiene una reunión de ex compañeros de la primaria, así que deberá correr un poquito.
En la sala 1, infaltables los greatets hits de ABBA. Apenas ingresamos suena “Take a chance on me”. Dan ganas de liberar a la loca que todos escondemos bien adentro. Llega un amigo de Rodo, termina la música, bajan las luces...
Awaydays transcurre a fines de los 70 y principios de los ’80. Carthy, un muchacho de buen pasar decide unirse a una banda de hooligans. Parece sentirse a gusto es ese mundillo de cerveza y peleas entre barras. Sin duda, lo mejor de este film apenas bueno es la banda sonora: Joy Division, Echo and the bunnymen, The cure, Ultravox... Lo que son las vueltas de la vida: el último sábado del Bafici ’08 no pude venir porque debía viajar a La Plata. Esa vez tenía entradas para Control a las 22 hs y me la perdí. Ahora pude venir al último sábado de este Bafici y veo una película con música de Joy Division. Muy loco.
Un toque más de charla con Rodo y nos despedimos. Decido ir a la fiesta, aun sin saber si podré ingresar. Me la juego.
Cruzo hasta la parada del 12, que, dicen, me deja a metros de donde se hará la fiesta. Viene enseguida.
Espero poder entrar. Sé que esa zona es muy jodida por la noche. ¡Recen para que no me corten la garganta en el camino!



José en Starbucks.

Fachada del Espacio Bafici.

El EB, por dentro.

Romina, Rodo y José comparten anécdotas.

Cynthia y Flor están hartas de las fotos.

Wolf y compañía anuncian los ganadores.

Nicolás Kusmin conoce a José.

Mariano Llinás y Laura Citarella, ganadores.

José junto a Kelly Reichardt. Un privilegio.


Charla con la buena de Kelly.

Cynthia se hizo amiga de Kelly. La rubia no se quiere quedar atrás.

Dentro del Atlas Santa Fe 1.

No hay comentarios:

Publicar un comentario