Finalmente llegó el gran día. Bien puntual, a las 15.30, ya estaba completa la capacidad de la sala del Abasto donde se proyectaría el film que daría apertura formal al festival: Gigante.
La peli, que se trajo un premio bajo el brazo del último festival de Berlín, cuenta la historia de Jara, un gordito muy tímido que trabaja de guardia de seguridad de un hipermercado en Montevideo. Mientras intenta sobrevivir a la monotonía de su trabajo, observando las cámaras en un pequeño y oscuro cuartito, descubre a Juana, una empleada de limpieza. Imposibilitado para hablar con ella, empieza a seguirla a donde vaya y así, Jara vive su particular “romance”.
Básicamente, éste podría ser el argumento de una comedia romántica, sin embargo parece pretender algo más la película, que no llega a ser sombrío, como aparenta en algún momento, y que además tiene un predecible final feliz.
Aún así, Gigante es una muy buena realización. Las actuaciones son muy correctas, así como el arte, la fotografía y el sonido que son impecables. Es amena, arranca unas cuantas risas en varios momentos y además, es imposible no querer a los personajes, que son verdaderamente adorables. Pero le faltó algo más que un premio berlinés para justificar su lugar en la apertura del festival.
La peli, que se trajo un premio bajo el brazo del último festival de Berlín, cuenta la historia de Jara, un gordito muy tímido que trabaja de guardia de seguridad de un hipermercado en Montevideo. Mientras intenta sobrevivir a la monotonía de su trabajo, observando las cámaras en un pequeño y oscuro cuartito, descubre a Juana, una empleada de limpieza. Imposibilitado para hablar con ella, empieza a seguirla a donde vaya y así, Jara vive su particular “romance”.
Básicamente, éste podría ser el argumento de una comedia romántica, sin embargo parece pretender algo más la película, que no llega a ser sombrío, como aparenta en algún momento, y que además tiene un predecible final feliz.
Aún así, Gigante es una muy buena realización. Las actuaciones son muy correctas, así como el arte, la fotografía y el sonido que son impecables. Es amena, arranca unas cuantas risas en varios momentos y además, es imposible no querer a los personajes, que son verdaderamente adorables. Pero le faltó algo más que un premio berlinés para justificar su lugar en la apertura del festival.
Celebro que escribas reseñas amiga, sigue así!
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